La meta de un maestro o maestra en una escuela ordinaria consiste en enseñar
al niño o la niña lo más que pueda, pero la
meta del guía Montessori consiste en enseñar a los niños y niñas lo menos que
pueda, Su meta es dar al niño lo que Montessori llama:
“la mínima dosis” de enseñanza.
Mural realizado por Verena cooperante que tierne un taller de manualidades con los nios y niñas de la Escuela Montessori |
Otra semana que hemos
ido al Diplomado y hemos podido seguir
aprendiendo y desaprendiendo ¡qué difícil es ser una buena guía y no interferir en el desarrollo del niño!.
Dejar que la niña y el niño exploren, descubran, trabajen solos, se equivoquen
y sean ellos los que corrijan sus errores sin enmendarles y decirles “eso no se
hace así” es muy complicado. Sobre todo cuando en Occidente, nos han enseñado a que las maestras lo saben
todo, y son las que dicen como se tienen que hacer las cosas y corregir para que
el niño y la niña aprendan. Por ejemplo, si hoy vamos a dibujar una flor todos
la tienen que hacer igual y con los mismos colores… sin darnos cuenta que les
vamos cortando su creatividad, su iniciativa, su autonomía, cuando es
precisamente lo que queremos potenciar.
Hay una historia muy
bonita que Antonio Pérez Esclarín recoge en su libro “Educar Valores y el valor
de Educar” y dice así:
EL NIÑO Y LA
ESCUELA
Llegaron las clases y el niño fue por primera vez a la
escuela. Era un niño muy pequeño y frágil y la escuela la pareció inmensa, pero
cuando el niño descubrió que podía entrar a su salón desde la puerta que daba
al exterior se puso muy contento y ya no le parecía tan grande la escuela.
Una mañana dijo la maestra:
-
Hoy vamos a hacer un dibujo.
El niño se puso feliz porque le encantaba dibujar. Sabía
pintar leones, tigres, pollos, vacas, barcos, carros, casas, ciudades… Sacó su
caja de crayones y empezó a dibujar.
-
Esperen, no es todavía tiempo de empezar – les dijo la
maestra – hoy vamos a pintar flores.
Al niño le pareció bien porque le encantaba pintar
flores. Empezó a pintar unas extraordinarias flores con sus crayones rojos,
anaranjados, azules. Pero la maestra dijo:
-
No pinten nada todavía. Yo les voy a enseñar cómo se
pintan las flores.
Y la maestra dibujó una flor roja con el tallo verde. El
niño miró la flor que había hecho la maestra, miró la que él había pintado y le
gustó mucho más la suya, pero no lo dijo.
Volteó la hoja y pintó una flor roja con el tallo verde, igual que la
flor de su maestra.
-
Hoy vamos a trabajar con `plastilina- dijo a los pocos
días la maestra.
El niño se puso contento `porque le encantaba la
plastilina. Con ella era capaz de hacer culebras, ratones, carros, camiones,
árboles, hombres, libros… y empezó a preparar su bola de plastilina. Pero la
maestra dijo:
-
Todavía no es tiempo de empezar. Dejen las plastilina
quieta hasta que yo les diga. Hoy vamos a hacer un plato y yo le enseñaré cómo
hacerlo.
El niño imaginó múltiples formas de platos, pero como la
maestra hizo un plato hondo y les había dicho que debían hacer lo que ella
hiciera, hizo también un plato hondo, igual que el de la maestra.
Así, poco a poco, el niño aprendió a esperar que le
dijeran lo que tenía que hacer y se convirtió en un niño obediente y
ejemplar, porque siempre hacia las cosas
como le ordenaba su maestra.
Al cabo de un tiempo. La familia se mudó a otra ciudad y
los padres llevaron al niño a una escuela nueva.
-
Hoy vamos a hacer un dibujo – dijo la maestra el primer
día que llegó el niño a la escuela.
El niño se puso a esperar que la maestra dijera como
tenían que hacer ese dibujo, pero no les dijo nada y se puso a caminar por el
salón y a mirar los dibujos de los
niños.
-
¿No te gusta dibujar? – le preguntó cuando le vio sin
hacer nada.
-
Si – contestó el
niño- , pero ¿qué vamos a hacer?.
-
No sé, lo que tú quieras.
-
¿Con cualquier color?
-
Claro, si todos hicieran los mismo, cómo sabría yo que
pintó cada uno.
-
No sé – dijo el niño, y empezó a hacer una flor roja con
el tallo verde.
(versión libre
de “El niño Pequeño de Helen Bucklein)
Antonio Pérez hace
hincapié en que “Educar no es adoctrinar
sino provocar la creatividad. La educación necesita motivar la autonomía
no la sumisión. En la escuela tradicional todo es determinación, el alumno
tiene que hacer lo que el maestro le diga y cuando le diga. El maestro orienta a los niños y niñas hacia el
descubrimiento, espolea su fantasía, promueve su inventiva, los guía para que
galopen sin ataduras por los "caminos de la libertad”.
Esto coincide
plenamente con la metodología de M. Montessori, en la que la maestra es tan solo
una guía, un eslabón dinámico entre el ambiente preparado y los materiales que
el niño y la niña va a utilizar para aprender.
Nosotras como futuras
Guías no queremos niños y niñas como estos:
Escuela tradicional |
En esta nueva semana de Diplomado hemos llegado casi a la
mitad de la carpeta de Lenguaje. Ha sido una semana de mucho trabajo en la
elaboración de materiales y además hemos realizado 8 presentaciones a los niños
y niñas de la Escuela “Nuevo Amanecer”, donde estamos llevando a cabo nuestra formación
como Guías.
Os mostramos algunos de los materiales con los que hemos trabajado.
Clasificar letras |
Álfabeto móvil |
Colocar letras en renglón |
Formas de madera |
Escribir en pìzarra |
Exploración de letras |
Escribir en piazarra |
Copiado |
Ha sido un trabajo muy
bonito el realizado con los niños y niñas del tercer nivel, ya que están en la fase de descubrir las
letras y es muy gratificante ver las caras de felicidad que ponen cuando han
conseguido realizar su nombre en un papel o dibujar y colorear sin salirse del marco o transcribir
en un papel unas letras, aunque todavía no sepan cuáles son…
y es que las
palabras son mágicas nos pueden hacer reír, llorar y hasta curar…
Teresa y Alexa- Presentación copiado |
Explorar, clasificar y
colocar las letras, creo que ha sido
hasta ahora una de las actividades que más me ha gustado porque, como siempre, he aprendido cosas que ya tenía olvidadas,
como que hay 5 familias de letras: están las que comienzan con curvas, las rectas, las diagonales, las
cruzadas y las que no se parecen a ninguna.
Yo ya contaba con mi
familia de España, la de Lechecuagos y la de León, pero ahora he añadido otras familias
”las familias de letras del Diplomado
Montesori…”
También tuvimos tiempo
en Ocotal , después del Diplomado, de
comprar y dejar encargados algunos materiales, que nos vendrán muy bien para los
ejercicios del silencio en el aula, claro que no contábamos con que el invierno
se nos adelantaría y que nos mojaríamos un poquito en el camino de vuelta a casa.
El regreso a los Leche fue un poco pesado...
Veníamos con todos los materiales, que por fin el
carpintero nos ha podido terminar. Pero como “sarna con gusto no pica…” Estábamos encantadas con nuestros bultos y cajas, ya que eso significa que vamos
a poder trabajar con más de 15 presentaciones en el aula en la Escuela de S. C.
de Jesús, de la que es Guía Teresita la
maestra que está realizando el Diplomado conmigo.
¡Gracias amigos y amigas!
caja de color nº 1 |
torre rosada |
Berta como siempre nos ha ayudado y ha realizado unos materiales preciosísimos… “y como muestra vale un botón”. Ella ha pintado a mano alzada cada una de estas letras ... ¡toda una artesana!
Caja del Álfabeto Móvil |
Mientras nosotras
estábamos en el Diplomado las maestras han estado avanzando en los materiales,
que vamos elaborando en equipo, para
ahorrarnos dinero (lijar, pintar,
dibujar, plastificar) y utilizando material
reciclado en todos los materiales que podemos ¡Así da gusto!
Mercedes, Deisy y MariLuz plastificando tarjetas de clasificar |
Digna pintado las tablas para las vocales |
Alba, Ana Patricia y Digna pintando las tablas para las letras de lija |
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